Esto se debe a que según numerosos estudios, los efectos de las notas musicales en nuestro cerebro son muy positivas ya que tocan nuestros sentimientos, mejoran nuestro estado emocional y, por tanto, nuestro ánimo, nos ayudan a solucionar problemas y a comunicarnos más fácilmente con los demás.
Si tenemos en cuenta que muchas enfermedades tienen su origen en el cerebro y en otros muchos casos, nuestra actitud y nuestra manera de afrontar las distintas dolencias es determinante, la musicoterapia es uno de los métodos más efectivos ya que hace llegar al cerebro estímulos que nos llevan a una relajación o anulación de los que reproducen la propia enfermedad.
En el caso de las personas con Alzheimer, que elimina las capacidades cognitivas del enfermo y, por el momento parece que no tiene cura, las terapias alternativas o no farmacológicas como la musicoterapia aportan al paciente bienestar emocional, mejoran su calidad de vida y disminuyen el estrés. Además, el hecho de ponerles canciones antiguas o que les resulten familiares puede llegar a estimularles y promover su interacción con el resto.
Fuente: mayormente.com