El pasado miércoles 11 de junio, la Residencia Claret de Sevilla vivió una emotiva jornada llena de sonrisas, abrazos y recuerdos compartidos, gracias a la actividad “Apadrina a un abuelo/a”, una iniciativa que ha unido durante meses a generaciones a través de la palabra escrita.
Desde el pasado mes de marzo, grupos de 3 a 4 alumnos del Colegio Lora Tamayo y del Colegio José Sebastián y Bandarán comenzaron a cartearse con algunos de los residentes del centro. Estas cartas han servido como puente entre jóvenes y mayores, permitiendo que ambos compartieran vivencias, anécdotas, inquietudes y muestras de afecto, creando vínculos que trascendieron el papel y la tinta.
El pasado miércoles, esos lazos se materializaron en un entrañable reencuentro en las instalaciones de la Residencia Claret. Por primera vez, niños y mayores se vieron cara a cara, poniendo rostro y voz a aquellas palabras que con tanto cariño se habían intercambiado durante los últimos meses.
Durante la jornada, se celebró un acto especial en el que se hizo entrega de diplomas conmemorativos tanto a los alumnos participantes como a los residentes. Además, se intercambiaron pequeños obsequios como muestra de agradecimiento y recuerdo de esta bonita experiencia compartida.
La emoción fue la gran protagonista del día. Risas, miradas cómplices y gestos de ternura inundaron el ambiente, confirmando el valor de este tipo de iniciativas que fomentan la empatía, el respeto y el aprendizaje mutuo entre generaciones.
Desde la Residencia Claret, el equipo agradece profundamente la implicación de ambos centros escolares y celebra el éxito de esta actividad, que ha demostrado que las conexiones humanas no entienden de edades y que, a veces, una carta puede cambiar muchas cosas.
Por último, para terminar la semana de la manera más dulce, el jueves por la mañana, se realizó un taller de repostera, con la creación de helados caseros, que cada uno de nuestros residentes pudo disfrutar durante la tarde.