Para dar comienzo al mes de agosto, el Departamento de Terapia Ocupacional de la Residencia Claret de Sevilla llevó a cabo dos actividades que dejaron huella en el corazón de nuestros residentes. Entre sabores, risas y buena compañía, se demostró una vez más que la convivencia y la creatividad son ingredientes esenciales para el bienestar.
El miércoles, nuestras manos se llenaron de dulce sabor con el Taller de Repostería de Helados. Más allá de elaborar postres deliciosos, la actividad fomentó la estimulación sensorial, la motricidad fina y, sobre todo, el trabajo en equipo. La sala se llenó de sonrisas, anécdotas y el orgullo de saborear un helado hecho con cariño y dedicación.
Para cerrar la semana de la mejor manera, el viernes se compartió un desayuno muy especial: chocolate caliente acompañado de churros recién hechos. El aroma inconfundible de esta combinación tan tradicional inundó la sala, convirtiéndola en un espacio de conversación amena y momentos compartidos.
En la Residencia Claret de Sevilla se demostró que actividades como estas no solo aportan placer gastronómico, sino que también son una herramienta para cuidar el bienestar emocional, fortalecer lazos y llenar de vida cada día. Esta semana, sin duda, se saboreó la felicidad en su forma más dulce.