En la Residencia de Mayores Claret hemos vivido una semana llena de momentos especiales, en la que nuestros residentes han participado en diversas actividades pensadas para estimular los sentidos, fomentar la convivencia y, sobre todo, disfrutar.
Comenzamos la semana con un delicioso taller de repostería, en el que elaboramos bombones caseros. Fue una actividad que no solo nos permitió saborear auténticas delicias, sino también compartir risas y recuerdos en torno a los dulces tradicionales. Nuestros mayores pusieron manos a la obra con gran entusiasmo, y el resultado fue tan bonito como sabroso.
Continuamos, el miércoles con el arte y el ritmo en nuestro taller de flamenco a cargo de la Fundación Memora, donde el compás, las palmas y los movimientos llenaron de vida y color nuestras instalaciones. Esta actividad no solo ofreció una vía de expresión artística, sino que también sirvió para ejercitar la coordinación y la memoria, a través de la música y la danza.
A lo largo de la semana concretamente el lunes y miércoles también celebramos dos nuevas sesiones de nuestro querido Club de Lectura, un espacio donde compartimos historias, reflexiones y emociones. La lectura en grupo es una oportunidad fantástica para mantener la mente activa, fomentar la escucha y generar debates enriquecedores.
Finalmente, el viernes y con motivo de la proximidad del Día Mundial del Alzheimer, realizamos una sesión especial de laborterapia, diseñada para trabajar la estimulación cognitiva a través de manualidades y ejercicios adaptados. Fue una jornada emotiva, en la que recordamos la importancia de cuidar y apoyar a las personas que conviven con esta enfermedad, y reafirmamos nuestro compromiso con su bienestar.
En Claret seguimos trabajando cada día para ofrecer a nuestros residentes un entorno activo, afectivo y estimulante, donde cada semana sea una oportunidad para crecer, compartir y disfrutar.